La comunidad religiosa; Hijas de la Iglesia, están presentes en la Capilla del Sagrario, a pocos pasos de la Catedral Primada de Bogotá.
Actualmente, las Hijas de la Iglesia hacen presencia por el mundo con varios proyectos sociales y de atención a distintas comunidades vulnerables.
Las Hijas de la Iglesia es el nombre que expresa la identidad de cada cristiano, regenerado a la vida divina en Cristo en el seno de la Iglesia Madre. Representa para la comunidad su nombre y misión, porque han sido conquistadas por Jesús, el Hijo del Padre, y bajo la guía del Espíritu Santo se dedican enteramente a la Iglesia, haciéndola conocer y amar.
La comunidad fue fundada en Italia por la religiosa María Oliva Bonaldo en 1934. En ese año escribe los “33 foglietti (hojitas)” en los que indica las líneas de la espiritualidad de las futuras Hijas de la Iglesia. Los presenta al cardenal Adeodato Piazza, quien comprende el proyecto y hace las respectivas diligencias para que la Superiora General de las Canosianas autorice el experimento de la naciente comunidad. María Oliva, junto a cuatro jóvenes, da inicio a la “Obra” de las Hijas de la Iglesia, en la casa general de las Canosianas, en Roma, el 24 de junio de 1938.
Actualmente, la comunidad tiene presencia en: Italia, India, Brasil, Bolivia, Ecuador y Colombia. En todos los lugares trabajan en proyectos sociales y de atención a distintos grupos vulnerables. En el país, están en ciudades como Tunja, Bucaramanga, Marinilla, San Alberto y Bogotá.
El nombre Hijas de la Iglesia expresa su carisma: “Conocer, amar y testimoniar a la Iglesia; hacerla conocer y hacerla amar; orar, trabajar y sufrir por ella, a imitación de Jesús, que “amó a la Iglesia, y por Ella se sacrificó a Sí mismo”.
Sede en Bogotá
La comunidad en Bogotá está conformada por cinco hermanas consagradas; la hermana Flor Alba Páez, Cristina Romero García, Ruth Becerra González, María de Jesús Montenegro y la Superiora, la hermana Evangelina Porras Caro.
La labor principal de las hermanas es la Adoración al Santísimo Sacramento, también, escuchar a los fieles que se acercan a ellas para recibir una palabra de aliento en momentos difíciles, o simplemente para orar juntos por alguna intención particular, ellas están allí, dispuestas a ejercer en cualquier momento el apostolado de la oreja, como lo denomina el Papa Francisco.
Además, proclaman la Palabra de Dios, en las eucaristías que se celebran de lunes a viernes a las 7:00 de la mañana, en la capilla del sagrario. Colaboran con las lecturas en la misa que preside los domingos a las 9:00 de la mañana, el arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio y que se transmiten por el canal de RCN televisión.
La hermana Evangelina, quien es la Superiora, también dirige el taller de costura donde realizan junto con las hermanas de comunidad, Ornamentos Litúrgicos que les solicitan a nivel nacional, internacional y local, por supuesto. Son muy reconocidos y apetecidos por la delicadeza de la costura, especial bordado y confección.
Se encargan también de manejar la economía de la casa, los jardines del lugar, y realizan a diario encuentros comunitarios para distribuirse las labores cotidianas.
La hermana Evangelina Porras Caro, cumplió sus Bodas de Oro, 50 años, de haber sido consagrada. Tiene 73 años de edad, nacida en Nuevo Colón, Boyacá, el 06 de abril de 1950 y con una vocación que surgió a la corta edad de los 14 años.
Fuente: Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones