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Capilla del Sagrario

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Historia

La Capilla del Sagrario fue construida entre 1656 y 1700, por iniciativa del sargento mayor Gabriel Gómez de Sandoval, español que había llegado a la ciudad de Santafé procedente de Madrid. Antes de su construcción, una de las capillas laterales de la Catedral era destinada para depositar el Santísimo, pero cada vez se hacía más necesaria la construcción de una capilla de mayores dimensiones. Gómez de Sandoval, como tesorero de la cofradía del Santísimo, tramitó los permisos necesarios y emprendió su construcción en unos terrenos aledaños a la Catedral y a la Casa Capitular.

Esta Capilla se diseña en planta de cruz latina, por la nave norte del crucero se deja un paso para la comunicación con La Catedral, ya que, aunque nace como una Capilla cuyo patronato reside en el fundador y sus descendientes, siempre fue parte integrante del conjunto catedralicio. En esta Capilla todo el programa iconográfico gira entorno a la Eucaristía, sin que por ello se excluya la presencia de otros temas y advocaciones. Dentro de las obras más representativas, además del conjunto pictórico de Gregorio Vásquez, la que más se destaca es el tabernáculo elaborado en maderas exóticas y recubierto con carey, bronce y hueso. Lamentablemente, esta obra junto con varios cuadros fue destruida en 1827 cuando la ciudad sufre un sismo que hace que colapsen varias edificaciones, entre ellas la cúpula de la Capilla.

En reemplazo del tabernáculo, la familia Vergara, quienes como descendientes del fundador, actuaban como mayordomos, emprenden la reconstrucción del tabernáculo, cúpula y otros elementos afectados. El resultado de este nuevo tabernáculo no fue muy afortunado puesto que los materiales y ejecución fueron de menor calidad. A finales del siglo XIX, la administración de la capilla pasa enteramente al clero diocesano, y se continúan con las reformas. Entre ellas la reconstrucción de sus espadañas y la ornamentación de su interior, a cargo del pintor Ricardo Acevedo Bernal.  

Finalmente, en la década de 1950, ante el deterioro que sufría la Capilla se inician las labores para recuperarla; la dirección de esta obra queda al cuidado del canónigo Bernardo Sanz de Santamaría y el arquitecto Álvaro Sáenz Camacho. En estos trabajos se recupera el tránsito con La Catedral, y se elimina el antiguo tabernáculo por juzgarlo obra menor, reemplazándolo por una estructura tipo ciborio coronado por dos arcángeles y una Inmaculada, inspirado en el antiguo tabernáculo de la cuarta Catedral. Adicionalmente se diseña una sacristía y se abre un paso que conecta con el nuevo Palacio Arzobispal.

Actualmente, desde la década de 1980,  la Capilla del Sagrario se encuentra bajo los cuidados de la Comunidad de las Hijas de la Iglesia, quienes están encargadas de realizar la adoración perpetua al Santísimo Sacramento.

Fachada:

La portada de la fachada es una de las obras en piedra más sobresalientes dentro de la arquitectura colonial colombiana del siglo XVIII, consta de tres cuerpos, en el primero se encuentra el acceso que es un arco de medio punto, en cuya clave se puede leer la fecha 1689, este está flanqueado por dos columnas estriadas. El segundo cuerpo lo componen dos columnas salomónicas y dos nichos en cuyo interior se hallan las medias tallas de la Virgen María y el Arcángel San Gabriel, de factura moderna. En medio de los nichos entre dos hojas de acanto, se encuentra talladas las armas de España. Y finalmente en el tercer cuerpo se observa un Ángel levantando la Eucaristía de la que sobresalen racimos de uvas, esta talla se encuentra enmarcada dentro de dos columnas salomónicas que sostienen un frontón abierto, coronado por un óculo que da luz a la parte del coro.  A mediados del siglo XX, la fachada presentaba una inclinación, por lo que fue desmontada. Las dos espadañas fueron reconstruidas en este mismo periodo.

Al acceder a este espacio lo primero que se ve es el gran cancel y el artesonado del coro que se repetirá en las bóvedas y en los corredores laterales.  El cancel es un anónimo santafereño, elaborado en madera tallada y policromada del siglo XVIII. Cuatro ángeles sostienen canastas con espigos y uvas haciendo referencia a la eucaristía.

En la nave central los protagonistas son la serie de seis cuadros que representan escenas del antiguo testamento. Son óleos sobre tela, obras de Gregorio Vásquez, del siglo XVII. En el costado norte: Regreso de los exploradores de Canaán; Sansón y el León; David danzando ante el Arca. En el costado sur: El sueño de Elías; El campo de los Madianitas y La recolección del Maná.

Púlpito

Obra de Diego Rodríguez. Es una estructura en madera tallada y dorada con apliques en carey, hueso y nácar del comienzos siglo XVIII. El tornavoz está rematado por una talla de San Juan Bautista y los tableros de la cátedra contienen pinturas de Gregorio Vásquez que representan los cuatro evangelistas.  El crucifijo del respaldo es una obra del XVII.

 

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Presbiterio

El actual templete fue elaborado en la última intervención, reutilizando las columnas de carey del antiguo tabernáculo y cabuchones de carey de los marcos coloniales de la Capilla (cabuchón es la más antigua y común manera de tallar piedras), las esculturas fueron realizadas por Jesús Picón Rodríguez y representan a la Inmaculada Concepción y dos Arcángeles que coronan la estructura; los cuatro grandes pilares se encuentran ornamentados con cuarenta y ocho medias tallas de cuerpo entero de Apóstoles, Evangelistas y Santos con alguna vinculación a la historia de la Capilla, de Colombia y de América.

Debajo del Sagrario está el Santo Sepulcro, de autor anónimo, en madera chapada en carey, plata y hueso (siglos XVII-XVIII), pertenece a La Catedral y aún se usa en las procesiones de Semana Santa, teniendo la inmemorial tradición de llevar al Cristo yacente hasta la Iglesia Parroquial de la Veracruz para regresar con el resucitado perteneciente a dicha Iglesia.

En la pared norte frente a la imagen de la Inmaculada se encuentra sepultado el cardenal Aníbal Muñoz Duque, Arzobispo de Bogotá (1968 – 1984). Igualmente, también encontramos otros elementos de mobiliario y esculturas del siglo XVIII como los impresionantes hacheros de madera dorada.

Cúpula o media naranja

La actual cúpula fue reconstruida en el siglo XIX, ya que en el temblor de 1827 se vino abajo. En el sismo de 1917 también se vio seriamente afectada y hubo de ser reparada por el arquitecto Arturo Jaramillo Concha. En su interior se encuentran pintados varias armas nobiliarias de las familias descendientes del fundador de la Capilla. Las pechinas fueron comisionadas a Ricardo Acevedo Bernal y representan: la cena en casa de Emaús, la pesca milagrosa, el sacerdote Aaron y el sacerdocio de Melquisedec.

 

Autor: Monseñor Sergio Pulido Gutiérrez